Hay muchos restaurantes callejeros y emprendimientos que me gustan en MEDELLÍN; pero estos adoro recomendarlos por experiencia, por buena comida y gusto personal. Definitivamente son LOS MEJORES!
Maduritos Mi Cliente
Tv. 31 Sur #32D-59, Zona 9, Envigado
Andrea, la heroína de “Maduritos mi Cliente”. Ella ha levantado a sus hijas alimentando los corazones de la gente de a pié… a punta de plátano “aplastao”, queso “rallao” y bocadillo “salseao”. Con tan poquito ha ido llenando el alma de aquellos, que como yo, se han atrevido a entender que su comida es y significa algo más. No sé si ella es consciente de su fuerza reformadora… Es posible que no… pero es una fuerza real.
En su sonrisa encontré la respuesta, en sus abrazos hallé un nuevo camino y en sus ojos… la fuerza para elevarme y llegar más allá…
Donde La Churris
Calle 32A #46 24, Itagüí
Qué hermoso placer comer donde “La Churris”
Una mujer luminosa, como su comida. Llena de tanta energía y pasión, que cada bocado que te brinda es gozo espiritual.
“Qué bebe tan hermoso que eres”, así saluda a sus comensales quienes comen a su alrededor, sentados como súbditos, sobre latas, canecas y cajas de gaseosas.
-¿Qué sirve la Churris?
Le pregunto mientras la veo abrir una infinidad de ollas y baldes plásticos en donde reposan chicharrones, posta, arroz, ensalada, plátanos, carne asada, spaguetis y fríjoles.
-Platos con todo, de 1mil, 2mil, 3 y 5 mil, me responde con su amplia sonrisa.
-¿Y la olla grande del centro?
-Es sopita, mijo, para los que no tienen plata. Esa la regalo. Nadie se va sin comer de donde La Churris.
Hermosa mujer…
Luego me mira y decide según mi cara y peso, cuánto me va a servir: “Un plato de 3mil con todo, para usted mijo”, y me entrega una enorme bandejita.
Pongo el tenedor de plástico con frijoles y arroz en mi boca y se me arruga el alma: “Hace años no probaba algo así. Qué suave e increíble sabor”. Nada menos podía salir de las manos de este ángel gastronomico llamado La Churri… y a 3mil pesos.
Quinta Caribe
Circular 75 no 39-16
Salgo todos los domingos con mi hijo Daniel a vivir la ciudad en bicicleta… vamos conectando las ciclorutas que van desde Eafit hasta el hueco, descubriendo rincones, tesoros, calles y sabores! Siempre hay algo nuevo por ahí para explorar, algo que se nos escapó la semana pasada: algún pasadizo, algún puesto, alguna callecita o un callejero… así cobra sentido nuestra aventura!
Este domingo, frente al Mamm Medellín, estaba plantado Jaime Brunal, el trabajador hijo de Elizabeth Lozano, la cocinera que, para mí, hace una de las Arepas e’ Huevo más espectaculares de estas tierras. Ella tiene su técnica, su tumbao y su secreto jamás “revelao”: cierto, hasta pa’ hacer una arepa hay que tener talento!
Me sopló, además, una buena noticia: “viejo Tulio, ahora tenemos local en Laureles”.
No sé cómo le hace, pero sus doradas arepas tienen la peculiaridad de ser sequitas y recrocantes, lejos de las aceitosas y enchumbadas que “fritan” por todas partes… las de ella no esperan, salen a la minuta, fresquecitas, apretaditas, perfecticas: un “frito” de altura o “una arepita de racamandaka”, dirían mis padres.
La masa (efecto del doble doblés), es poco más gruesita de lo normal, de purito maíz, se opone al mordisco con aprerujada soltura y, tras el mismo, emerge la yema apenas blandita, en el punto exacto, cocida lentamente dentro del “anaranjado” y oloroso amasijo… te da un efecto “cucayo”… cosita deliciosa… me fue llevando derechito a Barranquilla, 40 años atrás, cuando mis papás me llevaban a desayunar en “Peñita”: un chiringuito de fritos que se hizo leyenda y que aún llevo en mi corazón… imagínate!!! hasta Gabriel García Márquez comía en Peñita… ah, y si vas a visitar a Elizabeth a su nuevo local, retacas la arepita con suero y una carimañolita… y vas a ver el cielo!!!
El Amañe
Calle 36 sur 27c – 10
Hay empanadas de empanadas… cada una cuenta una historia, generalmente de superación, de una familia que tras algún revés, encontró en estos dorados amasijos, la vida y la salvación después! Por eso el sabor tan autentico y tan especial que tiene cada una… y aunque son solo maíz, papa y guiso, todas tienen su sabor esencial. ¿Será la magia de la cocina y la energía del empanadero? Seguro que sí!
Estás de iglesia, de bingo, de esquina y de domingo, me las encontré abajito de mi casa, adelantico del colegio Cumbres. Allí, todos los fines de semana se planta Olga y, desde el balcón de su casa, con sus mañas y sus máquinas de moler y “fritar”, le da forma a estas medialunas de comino y gustoso amasijo.
-Deme 20 por favor-, le gritan sus ansiosos clientes desde todas las esquinas del andén. Ella las apura en el aceite, de a 20 primero, de a 20 después.
Cuando las muerdes entiendes el afán y el amañe de sus comensales: ha logrado una gruesa y crocante capa del maíz trillao para contener la suave papita, el guiso y el cebollín. Dos mordiscos y se va la amarilla conchita… la del recado grasoso y el regusto feliz… Sí… que 10 no son suficientes… Sí… que 20 no son suficientes!
Kamaos
Calle 64a no 46-108, Parque de Simón Bolívar
Nunca había visto una costilla igual (o costillota). Lo juro, quedé de una pieza cuando Jose (el Big boss de Kamaos), agarró las pinzas, con un poco de trabajo por el peso, y elevó el brillante y carnudo costillón de cerdo para ponerlo frente a mí: 800 gramos de purita felicidá… que ahí comen hasta 3.
Sostuve la respiración y saqué el teléfono lo más rápido que pude. Esto había que mostrárselo a todo el mundo: “juepucha cosota tan sorprendente, por Dios”. Venga pa´cá… y lo puse en la mesa… claro que le quedó chiquita.
Sobre el plato, la firme carne y su grasita entrelineada; corté, mordí, morí… encima las cocorotas de las paticas recrocantes estallaban en sonoros tropezones… la pieza entera con mucho sabor, deliciosa, grasosita y rejugosa cual brillante mantequilla. Me chupé los dedos en honor a su invención: el hombre del famoso CHUZARRÓN ahora había creado un enorme KAMAHAWK.
Los Perritos del Mono
Avenida Las Palmas no 23 El Peñasco
Unos chiquitines increíbles, con guacamole y un gran secreto: cebolla puerro caramelizada. Pa’ comerse 3 de un solo tirón.
Lasagne Mauro Mascherini
N/A
“MI PAPÁ SE FUE AL CIELO; PERO ANTES ME DEJÓ SU LASAÑA Y GANAS DE LUCHAR”
SÍ SE PUEDE!!!
La lasaña más quesuda, más auténtica y deliciosa la preparan este par de guerreras. SÍ SE PUEDE!
Ella es mi amiga y es mi heroína personal. Mucho que aprenderle ¿y su lasaña? es que no he probado otra igual!
Mazamorra pa’l Pueblo
N/A
¿2 COSTEÑOS probando MAZAMORRA en Medellín?
“El paladar es adquirido”, eso decía mi abuelo mientras saboreaba con gusto mejillones, ostras y alcaparras… yo lo miraba con el horror de un niño de 5 años que pensaba: ¿comer de eso? JAMÁS; y me embutía un boli para quitarme la impresión.
Bastaron 30 años, y mi carrera de “recomendador”, para entender la importancia de aquella reflexión. Mi suegro dice: “al marrano con lo que lo criaron”, para referirse a lo mismo: generalmente a uno le gusta lo que le enseñaron a comer… “el gusto es adquirido”. Y lo entendí con más fuerza el día que fui a probar mojojoy con los indígenas del Amazonas (una enorme larva que vive en un árbol), ellos felices y yo infartado.
Pero ni siquiera hay que ser tan exótico, basta ver a un paisa comiendo enyucao, o a un bogotano comiendo sopa de venas, o a un par de costeños probando mazamorra… hay sabores que tenemos metidos en nuestros recuerdos felices y de allí no hay quien se los quite a uno.
Por eso hay que probarlo todo, hay que disfrutarlo todo, hay que darle la oportunidad a todo. El mundo es una sabrosa aventura de experiencias y sabores que no te debes negar (o al menos eso le enseño a mis hijos)… así que la tarea hoy es: esta MAZAMORRA la tienes que probar.
La Gelatina del Patas
N/A
¿Has probado LA GELATINA de PATA? Aquí está la MEJOR que he probado!
Por DIOS… por DIOS… jamás imaginé que podría encontrarme algo así… tan suave, tan equilibrado, tan dulce que no pude respirar!!! Esto es una de las mejores preparaciones que he comido hasta hoy!!! Pasan las horas y sigo sin creerlo… nada tan dulce, tan suave, ni tan especial… no veo la hora de regresar.
Las Crispetas de Lucía
Carrera 42 # 36 sur – 29
Las Famosas Crispetas de LUCÍA en Envigado
“No hay nada para mi, ninguna cifra, ningún regalo, ningún pago, que supere el premio que significan estas sonrisas cuando me ven llegar…”
Este angelito (no se me ocurre cómo más llamarla), se planta todos los días en la puerta del Davivienda en Envigado con su pequeño carrito crispetero. No hay forma de transcribir la fuerza y el golpe certero de su brillante alegría, -ojalá pudiera-.
La veo ahí, tan elegante, con su gorro, su tapabocas y sus guantes, metida de cabeza frente al quemador, embebida en su arte de “crispetear” tras los cristales y el latón, cuidando cada paso del proceso: “porque las crispetas deben quedar así: ni muy muy, ni tan tan”.
Mientras las revuelve me cuenta con orgullo que su papá llegó desplazado hace muchos años y, a punta de crispetas, trabajo limpio y constancia, levantó a sus 6 hijos… muchos viven aún del mismo carrito… ¿40 años de crispetear en Envigado?. Que SÍ se puede carajo!
Al rededor revolotéan cientos de visitantes que han cruzado la ciudad para hacer recrujir sus gloriosas palomitas de maíz, que saben a plaza, a feria de pueblo y domingo de misa… unas “en-saladas” (como decía mi hija chiquita cuando no sabía hablar), y otras endulzadas… o mejor ambas combinadas: de enormes granos estallados en aceite, con su parte mullida, con su parte crocante… son un lujo y un placer!
$2.000 pesos pagas por este enorme talego del detonado maíz de Lucía, -qué no darían en el cine por tenerlas así-, pero ni modo, no pueden, porque estoy seguro que no solo es el maíz, el caramelo, la bolsita o la sal, es ella, es su energía la que hace todo esto tan especial! Cruzaría este país solo para verla sonreír con su taleguita entre las manos!
Amén, mi hermosa heroína de las calles!!! Ya quisieran muchos Chefs cocinar con la pasión que cocinas tú… Gracias por regalarnos esperanza y felicidad… sí, lo he dicho mil veces: “para el que sabe comer, hasta unas crispetas terminan siendo el bocado más elevado…”. Gracias Lucía por tu energía, por tu fuerza y por tu amor!
Lastima que no haya al menos uno para ir en BOGOTÁ.
Excelentes @chorichava
Me encantaron todas las historias, pero me antojaste de las empanadas paisas. Pronto los visitaré.
Recomendadisimas las papitas del frente del Colombo americano en el Palo. Son exageradamente deliciosas.
Unos ricos pasteles de pollo, en donde, en el parque de la milagrosa desde las 12 de la madrugada hasta las 9 de la mañana. Laura es su propietaria, amable, cordial y con un excelente sazón.
También vende empanadas, papá, chorizos, pancerotis, chicharrones etc….
Quisiera Tulio que pasaras por donde Laura y le dieras una agradable sorpresa, un abrazooooo