Panadero me puso a llorar…

“Buen día Don Tulio. Usted no sabe lo que ha hecho, ni lo agradecidos que estamos con usted. Con la llegada del virus tuvimos que cerrar en San Felix y dejar domicilios solo en Envigado. Pero hasta antes de usted no estábamos bien, los domicilios no se movían bien.

Imagínese que con esfuerzo lográbamos vender hasta 20 panes al día pero eran insuficientes para mantener a nuestras familias y a las de nuestros empleados. Teníamos 2 domiciliarios y ya estábamos pensando en irnos cuando usted escribió sobre nuestro PANCHOCHA y, en menos de dos días los pedidos pasaron de 20 panes a 370 panes al día, usted nos ha salvado la vida.

Como le conté eran 2 domiciliarios y ahora son 9 y todavía no damos abasto. Nos llaman de todas partes del país y nuestras ventas y esperanzas se han multiplicado por mil gracias a usted.

No estamos dando abasto porque las personas no paran de llamar. Nos tocó reforzar el personal para poder responder de la mejor manera posible y que todo el mundo pueda tener su panchocha. Usted no sabe, hasta nos han llamado del noticiero porque dicen que nuestro pan se convirtió en un fenómeno. Gracias a usted Don Tulio por haber creído en nosotros y por habernos ayudado sin pedirnos nada. Si hubieran mil como usted, a todos nos iría bien.

Dios lo bendiga por ese corazón tan grande y generoso, siempre con la intencion de ponerse al servicio de los demás esperando que las cosas salgan siempre de la mejor manera. Eternamente agradecidos…”, GUSTAVO GUTIÉRREZ.

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