Los Mejores Restaurantes en Santa Marta (2023)

Hay muchos restaurantes que me gustan en SANTA MARTA; pero estos adoro recomendarlos por experiencia, por buena comida y gusto personal. Definitivamente son LOS MEJORES!

Guasimo

Carrera 2 #19-15

¿EMPANADAS DE CONEJO, cayeye y boronía? ¿Qué-jesto POR DIOS?

Este restaurante resultó una gran alegría, toda una revelación. Cada mordisco me dolía en las entrañas: me dolía de gusto, me dolía de emoción y agitación.

Estaba feliz comiéndome el Magdalena entero (y sus platos de abuelita), en un sobrio y sofisticado restaurante en el centro de la ciudad… desde un humilde frito hasta el mas elevado grito (del cocinador). Así fue.

Sonaba como a cumbia, sabía como a cumbia, una deliciosa fiesta de sabores sencillos y profundos. Los platos iban y venían: langostinos y cayeyes, empanadas de conejo, pulpo y boronía y hasta frijol palomito… cada trozo, cada pizca, cada tris, me volaban a un estado de solemne y profunda consciencia culinaria.

Fabian me miraba en silencio, yo parecía un chiquito descubriendo mi propia tierra, sus municipios, la sierra, sus profundas raíces y su cocorota congelá ¿y cómo no? A pesar de conocerlos, cada bocado era sorpresa tras sorpresa: todo tan nuevo y tan antiguo a la vez, todo tan conocido y tan extraño a la vez.

Lo único que pensaba con afanado antojo, era: ¿qué vendrá después? ¿qué vendrá después?

Ouzo

Carrera 3 #19-29

Casi NO lo LOGRO!

Ya había perdido las esperanzas de conocer Ouzo en este viaje a Santa Marta, 3 días pidiendo reserva, llamando insistentemente, tratando de conseguir a un amigo de otro amigo, para que me ayudara a entrar allí… palancas, súplicas, explicaciones y nada… todo había sido en vano! Pero la noche del Viernes, a eso de las 7pm, porque había dejado mi teléfono por si acaso, me llamaron para asignarme una mesa.

¿Valió la pena la procesión?

Ouzo es un exitoso restaurante Griego, ubicado en la cara frontal del parque de los novios en la nueva Santa Marta. El enorme ébano que custodia la entrada, te da una frondosa bienvenida!

En el interior, la típica casa de campo griega, de paredes y elementos redondos, rugosos e irregulares, sin marcos, pisos de piedra, techos de madera, altas columnas dóricas y un enorme horno de leña en el que terminan la mayoría de los platos!

-Octapodi ($18)-, anunció la niña que nos atendía, mientras dejaba unos tentáculos de pulpo asado, gorditos y brillantes, de marcadas ventosas y acaramelada piel. En sus bajos, frescos cortes de lechuga, humedecidas en aceite de oliva, queso feta, aceitunas y tomates Cherry… un bocadito gustoso como ninguno.

-¿Qué es lo que le hacen al pulpo aquí?-, preguntó Aleja emocionada con la firmeza y hermoso sabor del octópodo que se resistía suavemente al mordisco, antes de ceder para liberar sus mantequilludos y sabrosos líquidos!

-Una Paella Griega ($33), por favor-, pedí aceptando la recomendación que me habían hecho, para encontrarme con uno de los mejores platos que he probado hasta hoy! Sobre un cuenco de “terra cotta”, una montañita de Orzo puntiagudo, sueltico, húmedo, como nuevo océano para los apretados langostinos, camarones y calamares que llegaron hundidos en él, bañados en su néctar de hierro, mar y sal… su aceitosa dulzura… Cerré los ojos y exprimí contra el paladar para captarlo todo: las especias, la fluidez del olivo, la grasita del chorizo, los tomates asados y pulposos, las hojas de albahaca, su carnosidad, su delicado olor, su frescor… el cebollín, el cremoso feta, la pasta y el elástico gratinado con que fue sellado en el horno de piedra antes de llegar a mi mesa y a mi corazón!

Ahora sí, lo aseguro: valió la pena la procesión; cada llamada, cada petición, toda la espera y la ansiedad! La repetiría sin arrepentimiento, porque la experiencia vivida y comida allí, resultó evidencia y realidad de su alicorado nombre: dulce, potente, embriagador! Ouzo se convierte, para mí, en motivo suficiente para regresar muchas veces a la Perla del Caribe… a sus encendidos atardeceres y a sus calmas aguas!

Donde Chucho

Calle 19 #2-17, Parque de los Novios

Solo fue que pisará Santa Marta para que los amigos de la comunidad empezaran a hablarme de Chucho y de sus exitosos restaurantes en el Rodadero y en Centro de la Ciudad! “Tienes que conocerlo”, me escribían insistentemente desde todos los rincones de Colombia!

Pues bien, y aunque prometí no salir del Hotel Irotama, cedí a la insistencia, y pedí reservación para su restaurante del Parque de los Novios: “Donde Chucho Gourmet”.

La llegada al parque me mostró la nueva Santa Marta, la gloriosa y fiestera, la que renace entre los antiguos caserones del centro y brinda renovada luz a los samarios y a sus visitantes: modernos restaurantes, sofisticados bares y curiosos sitios para rumbear!

En una de las esquinas de la plaza, en un callejón entre paredes coloniales, bajo los brazos y luces de antiguos árboles, encontré las mesas del tradicional restaurante de mar. Hermoso estar ahí: el silbido de las hojas al viento, la vista sobre el inmaculado templete, la música de las bandas callejeras y el entorno clásico y bucólico, pintan la experiencia con un halo romántico, nostálgico y muy especial… aire sin igual!

Lo primero que llegó a la mesa fue su mentada “Chucho Grande”, una ensalada fría de mariscos: pulpo, calamar, camaron y manta ahumada en un poco de limón, sal, cebolla colorá y gotas de aceite! Ese sabor real, poco intervenido por la mano del cocinero me regaló uno de los bocados más especiales: sus jugos, su dulzor, el hierro que se desprende, el humo de la suelta raya, la firmeza de los mariscos, sus carnes frescas y apretadas oponiéndose al diente… la sorpresa, la frescura, la humedad… el sol entre sus fibras, el mar que olea en el mordisco… sus salinos y delicados sabores fueron calentando mi boca y mi corazón!

Luego la cazuela, y su caldo anaranjado, poderoso, formidable; como un pequeño océano hirviente de langostinos, pulpos, calamares, mejillones, almejas y caracoles, prietos y fresquitos, cocidos lentamente en coco y fumet de pescao, como si de un ritual se tratara, hasta extraer de ellos lo mejor, dejando también lo mejor en su interior. Luego la crema, el vino blanco, el ajo, el perejil y la cebolla para elevar sus brillantes, frescas y coloradas carnes, tan gustosas al paladar! Al lado, patacones, limones y suero costeño para sellar tan hermosa experiencia!

Me voy de este lugar, seguro de haber mordido y saboreado el verdadero espíritu del Caribe: natural, fresco, divino!

El Balcón de Ouzo

Carrera 3 #19-29

Fue una sorpresa y una dulzura recibir la llamada de César Mera, jefe principal de Ouzo. El y Mike (el chef), querían invitarme a su nuevo restaurante! Me sentí halagado y aún más feliz cuando empezó a contarme lo mucho que habían repercutido mis recomendaciones en el actual exito de Ouzo Santa Marta! “Gracias, ustedes se lo merecían”, respondí agradecido por sus palabras!

Lo que sucedió después, no me lo esperaba:

Llegué al antiguo restaurante griego y lo atravesé sin afán… fui conquistando las escaleras, los pilotes y arcos hasta alcanzar las mesas de una bucólica azotea sobre el Parque de los Novios: “El Balcón de Ouzo”. Desde allí pude escuchar la fiesta y la brisa del mar que silbaba profundo tras las hojitas del inmenso ébano que invadía el solar!

Y empezaron a llegar un montón de curiosos, fragantes y más sabrosos bocaditos! Todo para compartir. Primero un pancito parrillado con pimentón asado, cebollitas, hierbabuena, ricotta y anchoas al tope… “empecé muy bien la noche”, suspiré antes que llegara una obscura piedra colonizada por raviolis y empanaditas de pato. Los primeros en confit, las segundas en picante. Llenaron el aire de aromas a vino, a pecorino, a paprika, alioli, champiñón y caramelo! Cerré los ojos. Sonreí. Recordé lo mucho que me emocionan los restaurantes que son capaces de entregar sus sabores y olores de tan definida manera.

Y la mesa siguió llenándose de brillantes providencias: un delicado “Coliflor asado” con queso, limón y ajonjolí; seguido por una gloriosa “raya a la Meuniére” braseada en mantequilla, alcaparras y limón. Unos minutos después trinchaba una jugosita “bondiola”parrillada con uchuvas, mandarina y aceite de oliva que me sacó de la ropa, y, al final, su aclamada pizza de cordero con champiñones, cebolla, espinaca y parmesano. Todos los honores para una de las pizzas en leña más curiosas, sabrosas y perfectas que he probado hasta hoy… En este restaurante el comer se convirtió en una melodía que fue reventando de júbilo al anónimo público que se esconde tras de mí: mis papilas, mi mente y mi corazón. Todas sometidas al unísono!

Salí de El Balcón con la certeza de haber encontrado otra perla culinaria en la Perla del Caribe, seguro que cada bocado dado en sus mesas se convertirá en alimento para mí inquieta pluma y eterna memoria para mí goloso corazón!

Lamart

Carrera 3 #16-36

¿SEVICHE con SUERO COSTEÑO?
qué es esta delicia por DIOS!

Por ahí, encaletado entre las muchas casonas viejas de la vieja Santa Marta me encontré un pequeño restaurante de grandes y hermosos sabores… ellos dicen “cocina artística”; yo digo: “cocina del alma” ¿por qué? Aunque lo suyo es de fuera: pastas, arroces y seviches peruanos; “los carajitos” (como diría mi madre), se apropiaron de lo de allá para darle a todo su propio sabor y su toque local: platos inspirados en Italia, España, Perú y Tailandia; seviches fresquitos, enchumbaos en suero costeño; pastas negras, pestos coloraos y croquetas de maduro… todo hecho a la minuta, todo cernido, amasado y majado en casa, como si fuera cocina de abuelita (donde la modernidad no entra y hay lugar para crear y recrear)… y bien que lo han hecho porque LAMART es una auténtica delicia.

Alfaix

Calle 9 #10-48

Sirven allí unos plataos de guineo verde machacao con mantequilla, suero y queso costeño, el mentao cayeye de los magdalenenses, y lo sirven con chicharrón. ALFAIX es un sitio sencillo que los samarios aman.

Marmi Ristorante

Carrera 4 #26-40, CC Prado Plaza

Un italiano súper romántico. Camila, su chef, ha logrado pastas, pizzas, risottos y cortes perfectos.

Oliva Panadería & Pastelería

Cra 4 #26-40

Una torta de zanahoria increíble que es famosa en toda la ciudad!

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