
CRÍTICOS, ESPECIALISTAS, DETRACTORES… por favor les suplico, por favor les pido, no se desgasten dándome palo por las recetas de “FÁCIL COCINA para los que NO COCINAN”; porque no voy a parar de insistir con ellas.
Cada día revelaré y transformaré (con el máximo respeto por supuesto), lo que esté a mi alcance: desde lo tradicional hasta lo internacional. Para eso trabajo con un equipo de cocineros profesionales que me ayudan a investigar, interpretar y facilitar cada una de las recetas que poco a poco voy revelando.
Valoro y honro la cocina con toda mi alma y mi corazón (creo que mi lucha ha sido demostración de esto); pero mientras sigamos creyendo equivocadamente que los fogones deben ser un misterio para el gran público y que el conocimiento de nuestra cocina tradicional sólo puede estar a disposición de unos pocos, seguiremos mal… y nuestra cultura culinaria irá desapareciendo lentamente…
Anhelo que jóvenes y niños y todos los que quieran participar desde sus casas; entiendan, ejecuten y prueben nuestros platos tradicionales de esta sencilla manera, que se enamoren de ellos, que los conozcan, comuniquen, defiendan y preserven (para eso se los simplifico, para hacerlos propiedad de cada uno). Sueño que se enorgullezcan de lo que se asa, cuece y amasa en estas tierras (y que también aprecien la cocina de otros lugares del mundo), que sean conscientes, que sepan que la buena mesa les pertenece, que es hermoso vivir y viajar a través de ella.
Hace años me auto impuse un reto: llevar a todos a la cocina (a grandes y pequeños), mostrarles que es un tema al que pueden acceder con alegría y sin complicaciones, con las más sencillas técnicas y con los ingredientes que tienen en casa… que descubran que, a través de la comida, se pueden expresar los más hermosos sentimientos y brindar las más dulces experiencias.
El lenguaje culinario es precioso… porque lo puedes oler, sentir, saborear y comer… une a las familias, acerca a los enamorados y glorifica a las naciones!
MI REFLEXIÓN:
“En un mundo de críticas sin acción, yo decidí actuar sin criticar. Todos los días me pregunto ¿cómo, con quién y dónde voy a construir hoy?, y me pongo a trabajar”
Comparto esa misión contigo… Mi hija es franco – colombiana y se goza su suerito con bollo e’ mazorca y también su camambert.
Felicitaciones. Bueno y diciente el artículo.